Cómo proteger tus finanzas si tu cónyuge fallece

Aquí te dejamos seis pasos importantes que te ayudarán a proteger tus finanzas personales. 

Principales conclusiones

✓  Cambia el registro de titularidad de las cuentas financieras. 

✓  Mantén la cobertura del seguro al día.

✓  Infórmate sobre qué beneficios tienes derecho a recibir del Gobierno. 

Perder a un cónyuge puede ser devastador desde el punto de vista emocional y, por lo general, es un momento difícil para tomar decisiones importantes en tu vida. Aun así, es un momento donde hay muchos asuntos financieros que requieren de tu atención inmediata, como el manejo de recursos para la jubilación, aprender a ajustar el presupuesto a un único ingreso, verificar si cuentas con los seguros apropiados o comprender qué beneficios te ofrece el Gobierno. 

Para ayudarte a evitar tomar decisiones financieras a partir de tus emociones —que podrían perjudicarte—, es importante estar preparado/a por si de repente te encuentras solo/a. Estas son seis medidas importantes que pueden ayudarte a proteger tus finanzas personales. 

1. Modifica la titularidad de tus cuentas financieras 

Si pierdes a tu cónyuge, es probable que debas poner a tu nombre las cuentas financieras que compartierais. Si tienes que cambiar la titularidad por ese motivo, las instituciones financieras suelen pedir copias del acta de defunción de tu cónyuge. 

2. Reparte o transfiere los activos para tu jubilación  

Los activos de planes de pensiones y jubilación tienen su propia normativa en lo que respecta al cambio de titularidad de un cónyuge a otro. 

En general, tras la muerte del titular de la cuenta, los activos del plan de pensiones se transfieren directamente a los beneficiarios (con frecuencia el cónyuge, cuando el titular está casado) designados para la cuenta. Por eso es muy importante mantener al día las designaciones de tus beneficiarios en todos los planes de pensiones. Incluso si tu testamento establece qué hacer con los activos de la jubilación, es probable que la designación de un beneficiario tome prevalencia en la mayoría de los países.

3. Ajusta tus ingresos y tu presupuesto

Es probable que, en caso de quedarte solo/a de forma repentina, tus ingresos se reduzcan, por lo que quizá te convenga ajustar tu presupuesto a la nueva situación. Comienza por hacer una lista de tus gastos básicos (vivienda, comida, seguro, transporte, etc.) y de tus gastos opcionales (salidas a cenar, vacaciones, ropa, etc.). Intenta que tus fuentes confiables de ingresos (salario, prestaciones gubernamentales, pensión, etc.) cubran los gastos básicos, y estudia dónde podrías recortar tus gastos discrecionales. Para enterarte de cómo administrar tu presupuesto en épocas difíciles, consulta este artículo.  

4. Evalúa las necesidades de tu seguro

Lo que tienes y lo que necesitas en tu cobertura de seguros puede cambiar radicalmente cuando pierdes a tu cónyuge. Es importante examinar con atención todos los tipos de seguros que tienes a tu disposición para ver donde podrías modificar tu cobertura. No olvides analizar los siguientes puntos: 

Seguro de vida 

En función de donde vivas, si eres el cónyuge superviviente y el beneficiario de la póliza del seguro de vida de tu cónyuge fallecido, es probable que recibas el dinero sin tener que pagar impuestos o teniendo que pagar muy poco. Pero, si todavía tienes hijos a tu cargo, quizá te convenga adquirir o aumentar tu propia cobertura de seguro de vida para asegurarte de que estarán protegidos en caso de que fallezcas. Sigue leyendo sobre seguros de vida aquí.  

Seguro médico 

Aunque tu cónyuge fuera el titular de la cobertura de seguro médico privado de la familia, es probable que puedas mantenerlo durante un cierto período después de enviudar. Sigue leyendo sobre el seguro médico aquí.  

Seguro por incapacidad 

Todos esperamos no necesitarlo nunca, pero el seguro por incapacidad es uno de los seguros menos comprendidos y una de las maneras más útiles de protegernos y proteger a nuestros seres queridos. ¿Qué sucedería si sufrieras alguna lesión o contrajeras una enfermedad y no pudieras ir a trabajar? El seguro por incapacidad suele ofrecerse por medio de la empresa, el Gobierno o en el mercado privado, y se concibió para proteger a las personas y a sus seres queridos en una situación de pérdida de ingresos. Sigue leyendo sobre el seguro por discapacidad aquí.  

Seguro de cuidados a largo plazo 

Si tienes 50 años o más, es probable que te convenga adquirir un seguro de cuidados a largo plazo que te ayude a evitar que los posibles gastos por permanecer en una residencia de ancianos o los cuidados médicos domiciliarios te dejen sin recursos monetarios si sufres una enfermedad o una lesión graves. 

5. Infórmate sobre deudas pendientes 

Después de la muerte de tu cónyuge, deberías hacer un inventario de todas las cuentas y los préstamos pendientes que estuvieran a tu nombre o que estuviera a tu nombre y el de tu cónyuge.  

Por desgracia, hay circunstancias en las cuales el cónyuge superviviente tiene que responder con sus propios recursos ante las deudas del cónyuge fallecido, incluidas las tarjetas de crédito. En función de donde vivas, si asumiste de forma conjunta la responsabilidad de una deuda con tu cónyuge fallecido, el cónyuge superviviente podría tener que responder con sus propios recursos por la deuda del cónyuge fallecido. 

6. Aprovecha al máximo las prestaciones gubernamentales

Aunque ahora estés solo/a, el Gobierno puede reconocer que formaste parte de un matrimonio y ofrecer una prestación por viudedad.  

Es imposible evitar el alboroto que conlleva la muerte de un cónyuge, pero identificar cómo podrían cambiar tus finanzas personales te ayudará a tomar decisiones concienciadas en lugar de precipitarte, y darle una base financiera más sólida en tu transición a vivir solo.

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